Jaime Noguera: Nacido en Gotemburgo (Suecia) en 1977, estudió turismo, comunicación audiovisual, gestión de proyectos culturales y crítica cinematográfica en Málaga y documentalista de autor en Barcelona.
Es director del Festival Internacional de Cine de Benalmádena (España). Sus artículos sobre cultura e historia han sido traducidos a doce idiomas. Es autor de cinco ensayos cinematográficos y ha actuado en películas españolas, además de dirigir cortometrajes y documentales premiados.
Ha sido jurado en festivales internacionales y es miembro de ASECAN y de la Academia de Cine de Andalucía.
¿Cómo surgió la idea de crear el Festival de Cine de Benalmádena?
Mi amigo Jose Ramón Martínez y yo estábamos conversando en una hamburguesería de Benalmádena sobre la explosión de los cortos malagueños gracias a la aparición de pequeñas cámaras de grabación y barajamos la posibilidad de crear un certamen que sirviese como escaparate a los nuevos creadores audiovisuales. Hablamos con el Área de Juventud de Benalmádena y nos dieron un primer apoyo.
¿Qué te inspiró personalmente para embarcarte en este proyecto?
Imagino que la juventud inconsciente, el ánimo de hacer cosas, el acercarme de alguna manera a ese mundo del cine que me resultaba tan fascinante.
¿Cuál es la misión y visión del festival?
Por un lado, servir como ventana para mostrar Benalmádena como destino turístico y lugar de rodaje. Por otro, el acercar al público costasoleño un cine que muchas veces no llega ni a las plataformas, pese su calidad. Y, obviamente, servir para promocionar el talento que existe en el formato a veces poco conocido del cortometraje.
¿Cómo ha evolucionado el festival desde su primera edición hasta ahora?
No ha sido una evolución “darwiniana”, creo. Empezamos con 50.000 pesetas (en el año 98 no había euros) y en cosa de tres o cuatro años teníamos un presupuesto de 27 millones de pesetas (162.273 euros) y esto fue así más o menos hasta la crisis del 2007-2008.
Empezamos a renquear, así estuvimos algunos años en los que nos retiraron un 90% del apoyo económico y luego nos cancelaron. En 2016 se recuperó el festival. Hemos ido creciendo, con mucho esfuerzo, desde entonces gracias al apoyo del ayuntamiento y al de negocios de Benalmádena que patrocinan o colaboran con el festival, hemos mejorado en programación y en impacto del evento.
¿Qué hace único al Festival de Cine de Benalmádena en comparación con otros festivales de cine?
Creo que todos los festivales son únicos. Cada uno con sus especializaciones. Nosotros hemos trabajado duro para traer a figuras de la talla de mo Ken Loach, Theo Angelopoulos o Jiri Menzel que solo podías ver normalmente en grandes festivales. A Guillermo del Toro lo trajimos antes que el festival de Málaga, y ya había dirigido entonces grandes películas.
¿Qué criterios se utilizan para seleccionar las películas que se proyectan?
Primamos el cine independiente y de cinematografías poco conocidas. En el FICCAB se ha visto desde el blaxploitation a cortos hechos por la Escuela de Cine del Sahara pasando por clásicos del cine erótico, películas de los Balcanes, Palestina, África o , como el pasado año, cortos libaneses.
¿Cómo se financia el festival y qué tipo de apoyo han recibido de la comunidad local y nacional?
La principal aportación la hace, mediante subvención, el Ayuntamiento de Benalmádena. Además, contamos con distintos patrocinadores. Este año además se han sumado a apoyar al FICCAB el Consulado de la República Federal de Alemania en Málaga, Puerto Marina, Emabesa, Provise, Magalux Instalaciones Eléctricas, Operadora del Sur, Cineclub Más Madera, 100 % Shopping y El Kafelito.
Tambien contamos con colaboraciones de negocios locales como Los Mellizos, el grupo Trocadero, Ocampo, La Tarara, En Boca, Marisquería Perujo, Peña el Tipo, El Toro, Angus, Despensa del Mar La Embajada o Papa Erig.
¿Qué desafíos han enfrentado en la organización del festival y cómo los han superado?
Cuando eres pequeño en presupuesto, todo supone un desafío. Se supera como todo en la vida, creo, con trabajo, esfuerzo y rodeándote de gente inteligente.
¿Cómo ves el futuro del Festival de Cine de Benalmádena en los próximos años?
Dependerá del apoyo del que disfrutemos. Creemos que la nueva corporación apuesta por el festival. Ha quedado claro en los últimos años que es el evento cultural de Benalmádena que goza de más impacto en medios y en alcance internacional. Seguimos, por otra parte, buscando a ese gran patrocinador que nos permita realizar acciones más ambiciosas y traer a más invitados de calidad.
¿Hay algún director que te haya sorprendido especialmente en alguna de las ediciones?
Nos ha sorprendido que los más grandes son los que menos pegas te ponen y los más generosos. Ken Loach se negó a que le comprásemos billete en business y nos dijo que la diferencia de precio se la ingresásemos a una ONG. Angelopoulos solo pidió que le llevásemos a comer sardinas (pero no era temporada) y Jiri Menzel era un encanto que no paraba de hacer bromas y chistes.
¿QUIERES FORMAR PARTE DE LA FAMILIA KAMIKAZE?
¿Qué consejo darías a los cineastas emergentes que quieren participar en el festival?
Haced un buen corto. Contad una historia interesante, original. Y siempre recordad que “lo bueno, si breve, dos veces bueno”
¿Cómo ha influido la situación global (como la pandemia) en la realización y adaptación del festival?
Nos adaptamos rápido a la pandemia. Hicimos proyecciones digitales, así como encuentros con realizadores, en streaming que coordinó Bruto Pomeroy. La gala de entrega de premios se hizo en pequeño formato, en un espacio bien ventilado y con todo el mundo llevando mascarilla.
¿Qué actividades paralelas se realizan durante el festival para involucrar a la comunidad?
Una que goza de gran éxito el taller para niños que hacemos cana año. En esta edición, en sesión matinal, en la Casa de la Cultura., tenemos preparado un nuevo curso de la escuela Minichaplin, donde los jóvenes inscritos realizarán un pequeño documental sobre la Historia del ‘Stop Motion’, creando y usando ellos mismos las distintas técnicas de animación empleadas a lo largo de la historia. También publicaremos un fanzine dedicado a la figura del actor del Hollywood más clásico Paul Lukas, ganador del oscar al mejor actor que está enterrado en el municipio.
¿Cómo se promueve el talento local en el festival?
Tenemos un premio especial al mejor cortometraje malagueño, con dotación económica, que patrocina el Cineclub ‘Más Madera’.
Hay alguna anécdota especial o memorable que quieras compartir sobre alguna de las ediciones del festival?
Muchas, muchas. Desde las 50.000 pesetas que dejó de deuda un conocido actor español, al que premiábamos, en el Casino Torrequebrada a cómo conseguimos acceder a Guillermo del Toro y tenerlo en Benalmádena gracias a Lucio Romero, un veterano actor malagueño que se lo encontró en una heladería de Madrid y le convenció para venir. Tenemos hasta un libro publicado, Todo lo que siempre quiso saber y nunca se atrevió a preguntar sobre el FICCAB, en el que contamos un montón de historias.
Muchas gracias por tu tiempo y esta entrevista tan interesante. Nos veremos por el festival.
Permaneced atentos porque habrá más noticias sobre el cine y el mundo del guion.