Un experimentadísimo escritor es Miguel Arenas Martín, nuestro segundo entrevistado como nuevo PILOTO KAMIKAZE. Con su guion de largometraje titulado A nuestra imagen y semejanza, que desde el primer momento nos enganchó entra en nuestro directorio dispuesto a todo.
Este Argandeño de la comunidad de Madrid en España, es un «perro viejo» en el mundo literario con muchísimas obras, guiones y ensayos a sus espaldas. Nacido en 1959, pasa a ser toda una referencia de experiencia en nuestra familia y del que los jóvenes o personas que están empezando van a poder aprender.
Miguel ha respondido unas cuantas preguntas que os dejamos a continuación.
GRACIAS Y BIENVENIDO.
P: ¿Cuál es tu formación académica y profesional?
R: Soy Licenciado en Ciencias Físicas y tengo un Máster en Guionista de Cine y TV en el Instituto Europeo de Periodismo.
P: ¿Cuándo y cómo comenzó tu interés por la escritura de guiones?
R: Recientemente, cuando me propuse convertir alguna de mis novelas en guion cinematográfico.
P: ¿Cuál fue el primer guion que escribiste y qué te impulsó a hacerlo?
R: Mi primer guion fue A Nuestra Imagen y Semejanza que es una adaptación de mi novela Doble Vida en el Laberinto. Lo afronté como un nuevo reto y una actividad complementaria a mi faceta de escritor.
P: ¿Cuál es tu género cinematográfico o televisivo favorito y por qué?
R: Me gustan las películas que tratan temas que a la vez que te mantienen enganchado, te dejan algún mensaje o moraleja social. También me gusta que tengan ritmo narrativo y que no se recreen en detalles innecesarios.
P: ¿Tienes algún autor de guiones o cineasta que te haya inspirado especialmente?
R: No especialmente. Admiro, en cuanto a la forma de crear suspense a Alfred Hitchcock o en versión española a Narciso Ibáñez Serrador. Por lo demás, no soy seguidor de cine de autor o de algún actor o actriz concreto, sino que prefiero decantarme en función del tema que trate la película.
P: ¿Qué técnicas o herramientas utilizas para estructurar tus historias?
R: Mi caso al ser adaptaciones de novelas mías es un poco distinto. La trama, el argumento y la estructura derivan de esa novela; aunque, por supuesto, pienso en que no va a ser una historia narrada, sino que debe ser filmada.
Trato de construir, como paso previo, el dossier para la elaboración del guión y ello me ayuda a ver las diferencias que debe haber entre la novela y el guión. Incluso cambio algún personaje.
P: ¿En qué momento del proceso de escritura de guiones te sientes más cómodo y por qué?
R: Yo, al igual que cuando escribo, trabajo en lo que yo llamo «capas de cebolla». Es decir, llevo el guion a una versión borrador inicial y luego vuelvo a leer y releer desde el principio, haciendo tantos cambios en los diálogos, acciones y acotaciones como considero necesarios. Para esa edición, uso alguna herramienta específica. Cuando creo que tengo la versión buena la paso a pdf y la escucho con la opción de convertir texto a voz. Ahí hago los cambios finales, sobre el guion en word que tengo abierto en paralelo. Si veo que algún diálogo, al escucharlo, es denso, extenso o no queda bien, lo modifico. A veces, entre revisión y revisión tengo un periodo de algún día para dejar reposar las ideas. Si en cada revisión del guion me siento más a gusto con lo que leo o escucho, entonces sé que voy por el camino correcto.
P: ¿Qué desafíos enfrentas durante el proceso de escritura y cómo los superas?
R: El principal desafío, al venir del mundo de la escritura de novelas, es olvidarme de que existe un narrador y que todo se debe transmitir al espectador a través de los diálogos y las acciones. Otro desafío como escritor es pensar que el guión no es para un espectador, sino para un equipo (director, actores, cámaras, técnicos, etc).
En cuanto a cómo supero los desafíos, hago lo mismo que con mis novelas en las que cuando las reviso y corrijo me pongo en los zapatos del lector. En el guion, trato de ponerme en la piel del espectador y de los actores. Otro truco, es no agobiarse si un día te ves bloqueado o sin ganas. Entonces paras y vuelves al día siguiente con más fuerzas.
¿QUIERES FORMAR PARTE DE LA FAMILIA KAMIKAZE?
P: ¿Qué consejo le darías a alguien que busca entrar en la industria de la escritura de guiones?
R: Me es difícil pensar en dar consejos. Les diría lo que siempre digo en otras facetas: atreverse, no tener miedo, formarse, autocrítica, leer mucho y mantenerse al día.
P: ¿Cuál es tu enfoque para escribir diálogos y cómo mantienes la autenticidad en las voces de los personajes?
R: Igual que con las novelas, hay que meterse en la piel del personaje, sentir sus emociones y dejar fluir su voz. Tras ello, como ya he dicho antes, hacer varias revisiones pensando en que el espectador lo entienda y que el actor sea capaz de interpretarlo. Por supuesto, hay que documentarse y si se trata de una trama urbana y contemporánea, llevar al diálogo lo que es normal a nivel del vocabulario de la calle.
P: ¿Qué opinas sobre la evolución de la industria audiovisual y cómo afecta a los guionistas?
R: Viniendo del mundo de la escritura, hay que entender que la palabra es solo una dimensión más en el universo multidimensional del audiovisual. Tan importante es una palabra, como un efecto especial, un enfoque, la interpretación del actor, etc. Además, la dimensión palabra, aunque evoluciona porque el lenguaje es vivo y nacen y mueren expresiones y jergas, es menos dinámica que otras dimensiones, que al ser más técnicas o tecnológicas, son mucho más cambiantes.
P: ¿Cuál es tu opinión sobre los servicios de streaming y cómo han cambiado la forma en que se consumen series y películas?
R: Vivimos en un mundo en continuo cambio en el que todo, incluso los paradigmas, evoluciona a una velocidad de vértigo. Como firme defensor del avance tecnológico, pienso que hay que aprender a vivir con los nuevos medios a nuestro alcance, en este caso el streaming. Lo que hay que hacer es usar bien esas tecnologías y no abusar de ellas para caer en escenarios distópicos.
Incluso en uno de mis libros, 2039: Mis Sueños Ficción, me atrevo a pronosticar cómo será el mundo del cine en unos años. Hablo de conceptos como «cine one to one», sentir las películas como actores, directores, etc. gracias a la realidad virtual y otras muchas cosas más. Incluso preveo la posibilidad de componer la película en tiempo real a partir de una base de datos de escenas pregrabadas, de modo que se pueda ver infinitas veces la misma película con diferentes resultados.
P: ¿Tienes algún proyecto en desarrollo actualmente y, de ser así, nos puedes contar un poco sobre él?
R: Acabo de terminar mi segundo guion, ¿Quién es tu demonio?, y a futuro puede que piense en adaptar alguna otra de mis novelas al cine. Mientras tanto, esperaré que alguno de mis guiones encuentre el proyecto y financiación para que pueda llegar a la pantalla o a las plataformas.
P: ¿Cuál es la mejor parte de ser guionista y qué te motiva a seguir escribiendo?
R: Lo afronto como un nuevo reto y una evolución, no se si lógica o ilógica, de mi faceta de escritor. En la etapa vital en la que me encuentro, todo lo afronto con la ilusión y ganas de un novel, aunque ya sea un «veterano» en la guerra de la vida.
La mejor parte es poder escribir el guion de la película que te gustaría ver como espectador o interpretar como actor.
P: ¿Qué consejo le darías a tu yo más joven que está empezando en la escritura de guiones?
R: Creo que ya lo he dicho antes. Por resumirlo, aunque ahora esté mal visto hacer símiles taurinos, le diría «Suerte, vista y al toro».
P: ¿Qué piensas sobre la formación y educación en escritura de guiones, y qué recursos recomendarías a quienes estén interesados en aprender más sobre el tema?
R: Como todo en la vida, aparte de atreverte a hacer las cosas, se debe hacer desde la consciencia. En este caso, desde la formación. Todos hemos escrito una redacción y eso podría hacernos pensar erróneamente que, sin más, podríamos escribir una novela. En el caso de los guiones es aún mucho más evidente que se necesita una formación previa y mantenerse al día.