VALENCIA, España. Año 1994. Nace una futura escritora y guionista llamada CELIA MORENO ZORRILLA quien termina estudiando Comunicación Audiovisual por la Universidad de Valencia, un Máster en Guion de Ficción para Cine y TV por la Universidad Pontificia de Salamanca y un Máster en Profesora de Educación Secundaria por la Universidad de Valencia.
En su tercer año de carrera descubre lo maravilloso de la escritura de guiones lo que decantó la balanza hacia este maravilloso mundo de creación y fantasía ilimitado lo que la llevó a cursar el Máster de Ficción de la UPSA. Una vez admitida y se mudó a Salamanca, dispuesta a exprimir al máximo aquella experiencia. «Aprendí muchísimo de grandes profesionales de la industria y de mis compañeros, que pronto se convirtieron en amigos«.
Al terminar el máster sus trabajos y proyectos se sucedieron uno detrás de otro: Largometrajes, videoclips, colaboraciones, etc.
Actualmente se encuentra más centrada en escribir novela de ficción y es una inagotable fuente de ideas.
Según nos comenta ella: «Ah, que no se me olvide: lo mío es la comedia romántica, ya sea como escritora, lectora o espectadora«.
Desde KAMIKAZE le damos la enhorabuena y la bienvenida a nuestra humilde familia con su guion llamado «FANGIRLS«
P: ¿Cuál es tu formación académica y profesional?
R:studié Comunicación Audiovisual y al acabar hice el Máster en Guion de Ficción para Cine y TV de la UPSA. Más adelante, también he realizado un Máster de Profesora de Secundaria en la especialidad de inglés. Durante los años de carrera y posteriores he formado parte de diversos proyectos audiovisuales (tareas de producción, guion y dirección en cortometrajes amateur, guion en un proyecto de serie, grabación y edición de videoclips y actuaciones en directo).
Actualmente trabajo en una empresa de marketing en la que me encargo de diseñar campañas publicitarias para Ayuntamientos y en 2022 dirigí tres videoclips para Amarillo Fiesta. Siempre he compaginado cualquier actividad profesional con escribir mis propias historias, que, evidentemente, es lo que más me gusta.
P: ¿Cuándo y cómo comenzó tu interés por la escritura de guiones?
R: Siempre me ha interesado escribir, ya fuera poesía, narrativa o teatro, pero no lo contemplé como una opción a seguir hasta el tercer año de carrera, cuando tuve la asignatura de guion cinematográfico y me di cuenta de que era la opción perfecta para aunar mi pasión por inventar historias con el mundo del cine, que tanto me gusta.
P: ¿Cuál fue el primer guion que escribiste y qué te impulsó a hacerlo?
R: Mi primer guion lo escribí con unos… ¿10 años? Se llamaba “La Peluquería” y era una obra de teatro que interpreté con mis primas para nuestra familia. Por aquel entonces también me inventé algunas otras obras, recuerdo una de indios y vaqueros llena de topicazos.
Después vinieron un guion de mediometraje co-escrito con mis amigas para la asignatura de Guion de la carrera, un guion de corto para el TFG, otro guion de corto para un proyecto personal… Todos un poco “intensitos”, la verdad. Había muertes inesperadas, rupturas, asesinatos por resolver… Ahora lo pienso y digo, ¡vaya flipada! Pero cuando escribes tus primeros proyectos parece que está esa necesidad de hacer algo llamativo o profundo, como si con eso fueras a demostrar tu talento.
Mi primer guion de largometraje completo lo escribí entre 2018 y 2019, después de salir del Máster, en el programa Dama Ayuda, tutorizada por Alberto Marini. Es una comedia romántica que ahora estoy acabando de transformar en novela.
En cuanto a qué me impulsa a escribir… no lo sé. El afán por contar historias lo he tenido siempre y espero no perderlo nunca, la cabeza te funciona distinto cuando vives imaginando qué le va a pasar a tus personajes, qué van a aprender, en qué van a fallar… Lo que tengo claro es que los personajes lo son todo. La trama solo funciona si ellos funcionan.
P: ¿Cuál es tu género cinematográfico o televisivo favorito y por qué?
R: La comedia romántica, sin lugar a duda. Es un género que ha sido denostado en muchas ocasiones, tratado como “pelis para mujeres” en sentido despectivo. Quizá es que muchas mujeres queríamos vernos representadas en pantalla y durante mucho tiempo la comedia romántica era el género donde siempre podíamos encontrar a una protagonista femenina y por eso funcionaban tan bien con nosotras.
A mí de la comedia romántica me gusta su ligereza y su cercanía. Es un género muy divertido, quizá no te arranca carcajadas, pero te hace sonreír. Además, los personajes nunca suelen ser perfectos, son más cercanos a la vida real que en otros géneros. Puede que sean atractivos, encantadores e inspiradores, pero también cometen errores, buscan su camino en la vida, se rodean de amigos y familiares en los malos momentos, piden perdón… Creo que el hecho de buscar y encontrar el amor e incluso pelear por él tiene mucho de quitarse la coraza y enfrentarse al miedo al fracaso, exponerse. O quizá es que soy una romántica y no me canso de las historias con final feliz. Me gusta que tras el boom en los 90/2000 el género esté recuperándose gracias a las plataformas, aunque mis favoritas siguen siendo 10 razones para odiarte y Cómo perder a un chico en 10 días.
También me gustan los musicales, las pelis de Disney (Aladdin, Hércules y Enredados son mis tres imprescindibles), las de superhéroes (no todas) o las películas de acción llenas de “mentirolas” como James Bond, Fast and Furious, Misión Imposible… que son divertidísimas. Pero vaya, que es que me gusta todo, si no voy a ver todo lo que se estrena es porque me arruinaría. Las únicas que te diría que no me van mucho son las películas de terror, porque soy un poco miedica, pero las hay buenísimas y voy viendo alguna de vez en cuando.
P: ¿Tienes algún autor de guiones o cineasta que te haya inspirado especialmente?
R: La inspiración sale de cualquier parte. Las canciones, por ejemplo, me inspiran muchísimo a la hora de evocar sentimientos o situaciones, y funcionan genial para construir historias románticas porque la mayoría de canciones hablan de amor. Taylor Swift es mi artista preferida y ella es especialista en hablar de sus emociones a través de su música, siempre hay canciones suyas en mis playlists de inspiración.
Leer libros es también muy inspirador, las historias se construyen a otra velocidad, se pone más atención en los detalles y es muy enriquecedor para escribir cualquier tipo de historia, novela o guion. Últimamente estoy leyendo sobre todo libros de romance contemporáneo, cada uno de una autora, y de todas saco algo en lo que inspirarme. Hace unos meses leí La Apelación de Janice Hallett, un thriller, y me flipó. Cuenta la historia entera a base de e-mails. No solo es original y diferente, sino que además funciona a la perfección para ir descubriendo a los personajes, entrever los secretos y poner la cabeza a funcionar.
En televisión siempre me inspiran las historias bien construidas entre personajes a lo largo de los capítulos. Una tensión no resuelta, un beso pendiente… Puestos a dar nombres, lo que hicieron Moira Walley-Beckett y todo el equipo con Anne With An E, ¡qué preciosidad! Qué forma tan bella de adaptar la historia y de transmitir amor hacia esos personajes. Una de mis series favoritas con diferencia. También me gusta mucho lo que Tim Federle ha hecho con High School Musical The Musical The Series, un grupo de personajes hetereogéneo que comparte la pasión por el teatro musical y que va enfrentando sus miedos con la ayuda del grupo, tratando temas como el descubrimiento de la sexualidad, los cambios, las primeras relaciones… Escribí Fangirls antes de que saliera esta serie y sin embargo qué gran inspiración habría sido. Y Jenny Han, que ahora está detrás de las adaptaciones de sus libros. La saga “A todos los chicos…” es preciosa y “El verano en que me enamoré” también me gusta, aunque siempre seré más del tropo amor fingido. Eso de fingir ser novios y acabar enamorados de verdad… ¡ay! Si es que mis dos romcom favoritas son así, ¿cómo no va a encantarme?
En cuanto al cine, como ya he dicho, me gusta prácticamente todo. Para inspirarme o fijarme más en los mecanismos de la narración en el género de la comedia romántica recurro a las películas de Nora Ephron o de Nancy Meyers, Aline Brosh McKenna, el tándem de Karen McCullah y Kirsten Smith, Anne Fletcher, lo que hizo Amy Heckerling con Clueless… Son las películas a las que siempre vuelvo.
P: ¿Qué técnicas o herramientas utilizas para estructurar tus historias?
R: Normalmente escribo en tres pasos, aunque con Fangirls, por ejemplo, pasé de las notas en libreta a prácticamente escribir el guion, estuve muy poco en escaleta. Fue una historia que me salió de golpe y la escribí de golpe también.
Lo habitual es que haga una primera fase de volcado de ideas en una libreta o un documento de word donde meto de todo. Quiénes son los personajes y sus rasgos principales, qué va a pasar en la historia, alguna subtrama que se me va ocurriendo… En esta fase también puede que haga una playlist con canciones inspiradoras o que me recuerdan a mi historia, y a veces de las canciones me salen ideas para escenas concretas o diálogos.
Cuando tengo esto, voy estructurando la historia en capítulos si es para novela y en escaleta si es para guion. Aquí ya toca calentarse la cabeza para rellenar huecos, explicar eventos, desarrollar a los personajes… Una vez tengo esa parte lista (o cuando queda poco que solventar) paso a escribir el guion o novela.
No siempre me espero a tenerlo todo atado porque me gusta dejarme llevar mientras escribo, pero sí veo necesario tener una estructura clara para no desviarte del camino y acabar perdido. Aun así, a no ser que tengas todo al milímetro, siempre hay hueco para explorar opciones, añadir escenas y eliminar otras… Hay que hacer lo que pida la historia sin olvidar que la historia es tuya. Entre ser escritora brújula o mapa, yo sería un mapa que tiene zonas borrosas donde no queda más remedio que tirar de brújula.
P: ¿Qué desafíos enfrentas durante el proceso de escritura y cómo los superas?
R: Esto va a sonar estúpido, pero lo que peor llevo es ponerle nombre a los personajes principales. Hay muchos nombres que no me gustan, otros que no creo que vayan bien con su personalidad… Me puedo pasar horas viendo listas de “nombres para tu bebé” hasta que doy con uno. Otras veces salen solos, pero no es lo habitual.
En cuanto a desafío real, algo que sí que sea complicado y no causado por mis manías, sería el de crear el segundo acto, cuando la historia está planteada, los personajes presentados y se inicia la aventura. ¿Y ahora qué? ¿Cómo llegamos al final? Es fácil meter relleno, lo difícil es que ese relleno tenga sustancia, que lo que pase vaya haciendo avanzar la historia sin precipitarla. Suelo resolverlo a base de plantear ideas y ver si funcionan. Muchas veces plantear algo “al aire” acaba haciendo que se me ocurran distintas opciones. También ayuda tener a los personajes bien dibujados en tu cabeza y tener clara la historia que quieres contar para saber diferenciar entre escenas que aporten y escenas que solo sean paja.
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P: ¿En qué momento del proceso de escritura de guiones te sientes más cómodo y por qué?
R:Mi parte favorita del proceso es la de inventar la historia, antes de dialogar. Es aparte en la que voy anotando lo que me pasa por la cabeza en una libreta y todo va cobrando sentido poco a poco, aunque todavía queden cosas por conectar. Voy estructurando la historia, pero sigo teniendo huecos que cubrir. Esos momentos en los que lega una idea cuando estoy pensando en otra cosa y funciona perfectamente con lo que estoy construyendo. Es la parte más estimulante y más libre, así que es la que más disfruto.
Otro de los momentos en que más disfruto es cuando toca escribir un diálogo relevante, una de esas escenas claves de las que depende que la historia salga redonda. Pensar qué van a decir y, sobre todo, cómo van a decirlo, meterte en la piel de los personajes… Eso es también muy disfrutón.
P: ¿Qué consejo le darías a alguien que busca entrar en la industria de la escritura de guiones?
R: Yo de la industria todavía no sé mucho, pero lo que sí que le diría es que no intente hacer algo que no le interesa solo porque está de moda o es “lo que le gusta a los demás”. A todo el mundo le gustan cosas distintas. Y lo que ahora es un boom, el año que viene igual no lo es. Ninguna película ni serie se produce en dos meses, así que desde que escribes “lo que vende” hasta que llega a la pantalla (si es que llega), las modas habrán cambiado mil veces. Escribir historias que a ti te apasionen hará que esas historias sean apasionadas y que destilen honestidad.
Es importante eso que dicen de “encontrar tu voz”, que a mí me hacía dudar porque pensaba “si yo no tengo traumas de infancia ni he pasado por ninguna situación digna de película, ¿dónde está mi voz?”. Luego comprendí que tu voz está ahí aunque no te des cuenta. Primero de todo, está en tus elecciones. Sobre qué escribes ya dice algo de ti, de tus miedos, tus intereses, tus fantasías, tus sueños… Y después está en tus personajes, su forma de ser y expresarse, sus vínculos, la línea entre el bien y el mal, si la cruzan alguna vez, los conflictos que planteas… Tu voz está en ti aunque creas que no.
No significa que todos los personajes sean copias tuyas ni que sus aventuras deban suceder en el mundo que conoces. Pueden suceder cosas extraordinarias en mundos imaginarios y, si te fijas, al final los conflictos son siempre extrapolables al mundo real, a lo que nos mueve a nosotros, aunque no vivamos en la Tierra Media ni seamos guerreros espaciales.
P: ¿Cuál es tu enfoque para escribir diálogos y cómo mantienes la autenticidad en las voces de los personajes?
R: Conociendo a los personajes y dejándome llevar. Creo que si conoces bien a tus personajes, sabes qué les importa, cuál es su contexto, etc. te sale de forma instintiva saber cómo se expresan. Un personaje serio y responsable no va a decir “he echao la tarde tomándome unas birras” (a no ser que un rasgo distintivo suyo sea que habla como cualquiera de tus colegas, pero se transforma cuando está en el trabajo). Y ya no es solo cuestión de corrección gramatical o vocabulario, también es lo que dicen y lo que callan, si van de frente o dan muchos rodeos, si hacen muchos amagos de decir algo y al final no se atreven… Hay muchos detalles que caracterizan a los personajes en diálogo y a veces te salen sin darte cuenta.
De todas formas, en reescritura siempre es más fácil ver cuando algo suena postizo en la boca de un personaje y puedes añadir matices de forma más consciente. Al reescribir Fangirls cambié frases de un personaje a otro porque decía “uy, pero si esto es algo que debería decir Bea.” Y en otros casos simplemente es pensar “esto me suena muy agresivo para este personaje” o “es la primera vez que se atreve a decir esto, quizá algo más de duda, nervios…”
También es interesante ver cómo cambian su forma de hablar según a quién se dirijan, si se muestran más respetuosos, más cuidadosos, o por el contrario se sienten en confianza para hablar sin tapujos, si su cháchara habitual se ve cortada porque no conocen a la persona, si de repente revelan cosas que no suelen revelar porque sienten una conexión especial… Suena más complicado de lo que es, al final creo que la clave es conocer a tus personajes mejor que nadie, ¡y los has creado tú!
P: ¿Qué opinas sobre la evolución de la industria audiovisual y cómo afecta a los guionistas?
R: Estamos ahora mismo en un contexto de huelga de guionistas en Estados Unidos que viene del auge de las plataformas y la inminente irrupción de la inteligencia artificial en el mundo creativo. El guionista es una figura clave en cualquier producción y de nada sirve tratar de infravalorar o de no retribuir adecuadamente su trabajo, porque sin historias no hay películas ni series. Espero que sus reivindicaciones lleguen a buen puerto, hay mucha codicia en la industria, mucho caradura que firma como autor sin haber puesto una coma, mucha gran empresa a quien no le importan mucho sus autores…
Lo que consiguen los estadounidenses lo vamos consiguiendo después en España, que somos una industria mucho más joven. Hemos ido consiguiendo que los guionistas estén al mando de las series que crean como showrunners y que sus nombres ya sean sello de calidad a la hora de vender proyectos. Hay que pelear por no perder eso y por garantizar que no se cargan a la mitad de trabajadores para que la IA invente historias, porque son todos unos refritos de la leche. Refritos sin alma llenos de tópicos. Menudo futuro ese. Leí una prueba que habían hecho pidiéndole a una IA un guion de Friends que daba una vergüenza ajena…
En definitiva, creo que la evolución de la industria debe ser siempre hacia adelante, pero asegurándose de que nadie queda atrás. Menospreciar es absurdo, porque te acaba rebotando en la cara. Si no cuidas al talento, el talento se irá con otro y la industria se verá perjudicada. Actuar con egoísmo en una industria que se nutre del trabajo de tanta gente es absurdo. Hay que pelear por condiciones justas.
P: ¿Cuál es tu opinión sobre los servicios de streaming y cómo han cambiado la forma en que se consumen series y películas?
R: Lo han cambiado todo, para bien y para mal. Lo peor es que se ha generado más precariedad (con la ausencia de residuals, por ejemplo) y hay muchas películas y series que ni se promocionan porque esa misma semana en la misma plataforma salen cosas más importantes, así que creo que al espectador no le llega todo lo que está a su alcance. Luego van y cancelan cosas a las que no les han dado tiempo a despegar, es de traca.
Lo bueno es que han flexibilizado el consumo. Lo de esperar a las once de la noche en España para ver una serie en prime time es demencial, los tiempos no van acorde a los horarios laborales de la mayoría. Y aunque parece que lo de darse atracones de capítulos va menguando ahora que muchas plataformas están sacando sus series semanalmente para asegurarse suscripciones más largas y mayor engagement, sigues teniendo la opción de ver el capítulo semanal cuando te venga bien.
A mí me gusta poder elegir. Puedo esperar a tener una serie completa y verla cuando me apetezca, puedo ver algunas series semanalmente y tener esa inquietud por saber qué pasará… Hay series que se queman en dos días desde el estreno y eso es una pena, parecen de usar y tirar. Quizá hace falta un modelo con menor número de proyectos para que los traten mejor y puedan ir ganándose a la audiencia. El modelo con anuncios también lo veo una opción con potencial, abarata los costes de suscripción y no son cortes de publicidad tan molestos como los de la televisión en abierto.
P: ¿Tienes algún proyecto en desarrollo actualmente y, de ser así, nos puedes contar un poco sobre él?
R: Estoy acabando la novela de “Cómo ser una relación puente”, basada en el largometraje que escribí en Dama Ayuda. Es una comedia romántica con una protagonista que no cree en el amor, pero que acaba encontrándolo de la forma más rocambolesca. No digo mucho más de momento. También tengo un primer borrador de novela escrito en inglés que quiero pasar a castellano, una historia romántica adolescente con el tropo “enemies to lovers”. Y tengo como cinco o seis ideas más en distintas fases de de desarrollo, tanto de novela como de largometraje o serie. Algunas son poco más que un concepto y otras están más definidas.
La mayoría son historias románticas, pero tengo una de fantasía que quiero escribir aunque solo sea por probar, porque es un género que nunca he tocado, y otra de acción con una justiciera como protagonista que está muy verde todavía, pero a la que le tengo muchas muchas ganas. Lo que necesito es tiempo.
P: ¿Cuál es la mejor parte de ser guionista y qué te motiva a seguir escribiendo?
R: La mejor parte es crear historias, no creo que nadie pueda decir otra cosa, ¿no? Yo en concreto me maravillo cada día con el amor que tengo por mis personajes, para mí sus historias son prácticamente reales. Y no importa que unos lleven más tiempo conmigo y otros acaben de nacer, les tengo a todos un cariño inmenso.
Lo que más me motiva es que sigo teniendo ideas. Mientras las tenga, las iré escribiendo. La parte buena es que se me suelen acumular, así que incluso en época de sequía podría seguir tirando sin problema.
También me gusta mucho cuando estoy escribiendo o releyendo y lo que he escrito me genera emociones. Siento que conecto con la historia no solo como autora, sino como lectora. Por ejemplo, llorar cuando escribo una escena emotiva, reírme de algo que ya ni recordaba al releer, que se me ponga un nudo en el estómago con una escena llena de tensión… Me encanta ponerme en la piel de los personajes y saber que como escritora puedo generar esas emociones en alguien (aunque por el momento solo sea en mí misma) me da ánimos para seguir dando pasitos.
P: ¿Qué consejo le darías a tu yo más joven que está empezando en la escritura de guiones?
R: Que escribiera más y se distrajera menos. Tengo 29 años y siento que llego tarde a todo, que tal persona con 25 ya había publicado dos libros, que otro ya ha trabajado en nosecuantas series, que tal y que cual. Es absurdo, en realidad, porque lo que escribo ahora quizá no me habría salido antes, pero algunas historias sí que podría haberlas tenido acabadas un pelín antes, eso seguro.
En cualquier caso, estoy donde estoy ahora y tengo una capacidad, herramientas y disciplina que no tenía hace unos años. Compaginar escribir con trabajar es difícil, hay que hacer la compra, hacer la comida, lavar los platos, ir aquí, ir allá… A veces estoy cansada y simplemente no me sale abrir el ordenador, me distraigo con redes sociales, me pongo a leer o a ver una serie…
Mi consejo sería: coge rutina, aunque sea solo una hora al día, y al final te saldrá solo. Yo sigo apuntándome en la agenda “escribir” para cumplirlo. Soy un desastre y funciono más por impulsos que por rutina, así que necesito programarme el día bien para que me quepa todo. El consejo voy a dármelo igualmente porque ahora mismo soy mi yo más joven, mañana seré un poco más vieja y tendré las manías un poco más insertadas.
P: ¿Qué piensas sobre la formación y educación en escritura de guiones, y qué recursos recomendarías a quienes estén interesados en aprender más sobre el tema?
R: En mi caso, disfruté como una niña al estudiar el Máster de Guion de la UPSA y recomiendo esa formación (o una similar) a cualquiera que tenga la posibilidad. Trabajas mucho en equipo, aprendes a escuchar ideas de gente muy distinta a ti, a aceptar que las ideas no siempre funcionan y que eso no significa que no valgas para escribir… Y por supuesto aprendes la parte más teórica de una forma quizá más natural que leyendo un libro sobre el tema, más que nada porque la aplicas al instante en tus proyectos, ves cómo funcionan las estructuras en los proyectos de otros grupos… Creo que lo mejor de la formación tipo Máster o curso presencial es esa interacción, aprender unos de otros.
No obstante, no creo que sea imprescindible. Lo más importante es escribir. Si no puedes pagarte un Máster o tienes que trabajar y no puedes compaginarlo, puedes leer libros especializados, hacer cursos online, apuntarte a alguna masterclass, lo que te venga mejor según tu contexto. También ayuda mucho ver y leer con ojos de escritor y no de lector. Es difícil hacerlo de primeras, pero siempre puedes recurrir a un segundo visionado en el que te fijes más en qué pasa en la historia y por qué pasa. Luego acabas viendo una peli y al más mínimo comentario o plano ya te ves venir lo que va a ocurrir. Y no pasa nada, eh, nada en contra de que haya historias más predecibles y otras que jueguen a sorprender, siempre que no sorprendan a base de engaños o de ocultarte información, eso es hacer trampas.
Yo no soy muy de leer teoría, pero recomendaría Cuéntalo Bien de Ana Sanz Magallón, El Viaje del Escritor de Cristopher Vogler o el archiconocido El Guión de Robert McKee. No se trata de cumplir con todo a rajatabla, sino de conocer las “normas” y estructuras para poder adaptarlas a lo que tu historia necesite. Y, por supuesto, Google. Hay infinidad de blogs interesantes de los que aprender, muchas veces con artículos más específicos. Yo sigo a Portaldelescritor, por ejemplo. A veces los consejos que dan son cosas que ya conozco, pero incluso así siempre está bien que alguien te haga reflexionar sobre lo que estás escribiendo, hacerte preguntas que igual habías pasado por alto o dedicarle un tiempo a pensar en profundidad sobre algún aspecto concreto de la historia.
Muchas gracias por tu tiempo y bienvenida a KAMIKAZE.
CELIA MORENO ZORRILLA
1994, Valencia (España). Graduada en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Valencia, Máster en Guion de Ficción para Cine y TV por la Universidad Pontificia de Salamanca y Máster en Profesora de Educación Secundaria por la Universidad de Valencia.